viernes, 2 de octubre de 2015

Comunicado de la Sinaxis de la Jerarquía del Trono Ecuménico



Se ha reunido en Sinaxis, a invitación y bajo la presidencia de Su Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé, del 29 de agosto al 2 de septiembre de 2015, en la Iglesia de la Santísima Trinidad de Pera en Constantinopla, la venerable Jerarquía del Trono Ecuménico junto a los Obispos de las Iglesias Autónomas de Finlandia y de Estonia, así como los ucranianos y carpato-rusos que se encuentran bajo su protección canónica.

​Durante la Sinaxis fueron examinados a través de detalladas conferencias (siendo la primera la de Su Santidad), temas como la preparación del Santo y Gran Sínodo Panortodoxo, los diálogos con las otras Iglesias y Confesiones Cristianas, la Bioética, la protección del ambiente, etc. Con particular interés fue examinado el problema migratorio, con sus implicaciones pastorales, humanitarias y de otra índole.

​Por unanimidad, la Sinaxis de la Jerarquía del Patriarcado Ecuménico, proveniente de todos los rincones del mundo, en vista de los acontecimientos recientes, dirige a propios y extraños una invitación a respetar la sacralidad de la persona humana como administradora/ministra de la creación que tiene también de parte de Dios el mandamiento de custodiarla. Por lo que respecta a la humanidad, la Sinaxis rechaza cualquier tipo de violencia, de fanatismo, de desacralización por parte de quienes piensan en el hombre como objeto que se puede instrumentalizar.

​La Jerarquía del trono Ecuménico, en las  situaciones actuales, con gran preocupación y profunda tristeza constata que también hoy Cristo es crucificado y que poblaciones cristianas autóctonas de Medio Oriente y África, con una rica herencia y contribución cultural, son obligadas, bajo la presión y la violencia de los fundamentalistas religiosos, a abandonar sus propios hogares familiares y, como refugiados -igual que Cristo, perseguido por Herodes, huyó a Egipto-, a buscar la seguridad acogedora del Occidente, dejando en ruinas los monumentos de la propia cultura, que fueron respetados durante siglos.

​Frente a esta realidad trágica, la Gran Iglesia de Cristo, recordando sus propias desventuras, se muestra solidaria hacia tales comunidades cristianas, defiende ante los Organismos internacionales el derecho de cada pueblo a adorar libremente al propio Dios y proclama que la religión debe unir a los pueblos y a las culturas y construir un presupuesto de civilización y humanidad.

​Asimismo, los Obispos del Patriarcado Ecuménico dirigen su mirada y su oración hacia los miles de hermanos nuestros que se encuentran en parecidas condiciones en Ucrania, y rezan para que cesen las divisiones y prevalezcan la paz y la unidad del piadoso pueblo ucraniano, que recibió la fe y el bautismo de la Madre Iglesia de Constantinopla.

​Todos los Obispos de manera conjunta envían sus bendiciones a los fieles de sus respectivas Eparquías de la Iglesia Primada de todos los rincones del mundo, así como a “toda alma cristiana ortodoxa”, junto a la expresión de su respeto hacia los beatísimos Primados de las Iglesias Ortodoxas y el deseo de que tenga lugar durante el año que viene el Santo y Gran Sínodo de nuestra Santa Iglesia Ortodoxa.

​Desde el Patriarcado Ecuménico, a 2 de septiembre de 2015


Fuente: Sacra Metrópolis de España y Portugal (Patriarcado Ecuménico)